Enfermedad:
Cuando una comunidad tiene una alta tasa de enfermedad, el absentismo es considerable, la productividad baja y se genera menos riqueza. Aparte de la miseria, aflicción y muerte que derivan de la enfermedad, es también un factor importante de pobreza en una comunidad. Estar bien (bienestar) no sólo ayuda a los individuos que están sanos, sino que contribuye a la erradicación de la pobreza en la comunidad.
En este caso, como en cualquier otro, prevenir es mejor que curar. Este es uno de los principios de la ASP (atención sanitaria primaria). La economía es mucho más próspera si la población está siempre sana; mucho más que si la gente enferma y debe ser tratada. La salud contribuye a la erradicación de la pobreza, sobre todo en cuanto al acceso a agua limpia, segura y potable, separación de las aguas potables y fecales, conocimientos de higiene y prevención de enfermedades – mucho más que los médicos, hospitales y medicinas, que son soluciones curativas costosas, más que medidas para evitar la enfermedad.
Recuerde, nos preocupan los factores, no las causas. No importa si la tuberculosis fue introducida por extranjeros que vinieron a comerciar, o si era autóctona. No importa si el VIH que provoca el SIDA fue un complot de la CIA para desarrollar un arma para la guerra biológica, o vino en la sopa de monos verdes. Estas son posibles causas. Conocerlas no conseguirá suprimir la enfermedad. Conocer los factores puede llevar a una mejor higiene y a un comportamiento preventivo, para su erradicación definitiva.
Mucha gente ve el acceso a los cuidados sanitarios como una cuestión de derechos humanos, reducción del dolor y la miseria y aumento de la calidad de vida de la gente. Lo que se argumenta aquí, más allá de estas razones, es que una población saludable contribuye a la erradicación de la pobreza, y que la pobreza no sólo se mide por altos índices de enfermedad y mortalidad, sino que la enfermedad también contribuye a otras formas y aspectos de la pobreza.
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